La Cruz de Piedra

Cubierta La Cruz de Piedra ferros1 copia

Cuando el Sargento Contreras recibió el aviso de que se había producido un incendio en la casa de un amigo, estaba lejos de suponer que aquel suceso ocasional le obligaría a una investigación compleja en la que se mezclaban hechos ocurridos en 1307 con intrigas y conspiraciones arrastradas durante siglos hasta nuestros días.

Tampoco Ignacio tuvo consciencia de las alarmas que disparó al descubrir casualmente la carta manuscrita de Jacques de Molay, Gran Maestre de la Orden del Temple, en la Abadia de Cluny.

La novela le permitirá acompañar a Lorenzo y a Ignacio en sus investigaciones, y le desvelará claves que solo el lector puede conocer.

La trama incluye una ficción sobre la Orden Templaria, pero no es un libro de “templarios”. Se citan, sí, algunos hechos históricos, pero arranca desde una fabulación que nunca sucedió. O eso creo.

Lorenzo Contreras sí que existe. Es cualquiera de los responsables anónimos de la Guardia Civil que trabajan por nuestra seguridad.

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Enlace a la editorial: Amazon – Versión kindle y tapa blanda

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Una aclaración:

En la novela “la cruz de piedra” figura como ilustrador de la portada Ramón Vicent Pascual cuando su nombre es Vicent Ramón Pascual. Quiero aclarar que es un error mío y no de la editorial, porque esa fue la información que les proporcioné. Espero que se corrija en futuras ediciones.

Xavi Hernández, el entrenador “más perjudicado” de la liga española.

En mi larga experiencia como aficionado al futbol, una parte practicándolo, he conocido entrenadores de toda clase y condición en relación con su carácter, sus resultados, con el trato con sus jugadores, o con la prensa: afables, intratables, severos, con suerte, con “flor” (nivel superior de “los con suerte”), gafados, etc.

Y muchos de ellos se han quejado de las circunstancias que afectaron a sus derrotas: el césped, el tiempo, las bajas, etc. Siendo la más recurrente el tema de los malos arbitrajes.

Pero ninguno como Xavi Hernández, un llorón patológico que une las quejas habituales del gremio, que en la mayoría de los casos solo son excusas de mal pagador, con el victimismo característico de los que “son algo” en Cataluña cuando las cosas no les salen como esperaban.

Es cierto que, como a todos los demás, en algunos casos les ha perjudicado el arbitraje, pero en el futbol unas veces te dan y otras te quitan, por lo que nunca ha sido real ni ético achacar a los árbitros una mala clasificación. Nunca.

Pero, es que, además y refiriéndome únicamente a la parte de director de personal que tiene un entrenador con sus jugadores, justificar derrotas alegando causas ajenas a sus propias decisiones o al mal juego de su equipo, es una práctica muy desafortunada.

Porque rebaja de hecho la exigencia debida de que sus hombres den de si todo lo que pueden, a que trabajen como equipo, etc.

En todas las tareas de la vida debemos intentar salir adelante sabiendo que siempre habrá factores negativos que nos lo dificulte. Pero justificar la inutilidad echando la culpa a factores externos, nunca.

Yo siempre digo que el fracaso no existe porque todo lo que sale mal es una oportunidad más de aprender, de adquirir experiencia, pero si dices en público que la culpa de perder un partido la tiene el árbitro ¿Qué les vas a decir a tus jugadores en el vestuario si ellos “no son los culpables”?

Todo esto viene a cuento de que ayer, después del partido que perdió contra el Madrid, salió diciendo que ellos habían jugado mucho mejor y que habían perdido por malas decisiones arbitrales, haciéndolas extensivas a lo que les sucede habitualmente. De “suprema injusticia” definió lo ocurrido.

Yo vi el partido y opino que el arbitraje fue correcto, como fue correcta la expulsión de su jugador en el partido contra el PSG, también super cuestionada, excepto la duda del famoso balón que no se sabe seguro si entró o no. Pero el árbitro, por pura lógica, no puede dar por bueno un gol si no está seguro de que el balón ha pasado por completo la línea de la portería.

También acusó a la liga profesional de tener una tecnología inadecuada, pero eso, lo del famoso balón, fue un hecho puntual, nada comparable a la gran fragilidad de la defensa de su equipo, a la que desbordó en demasiadas ocasiones los delanteros del Madrid.

Y de eso, como de los tiros a puerta fallados por sus delanteros, no dijo nada.

Los árbitros son humanos y se equivocan, claro que sí, y la tecnología puede fallar, también, pero supongo que eso ya se lo diría a los dirigentes de su club el tal Negreira durante los diecisiete años que le tuvieron como asesor.

Lo cierto es que, con esta actitud, o sigue en el Barça, o va a tener muy difícil que le contrate un equipo puntero de la liga europea. Claro que siempre le quedará el recurso de volver a las ligas de los países árabes.

O de aprender de sus propios errores, que sería lo apropiado, como aprendía en sus años de gran jugador, cuando nos admiraba cada semana

Por cierto, hoy he visto en la tele al muy indignado Laporta, su presidente, exigiendo que se investigue hasta confirmar que el balón sí que entró y de ser así, él lo da por sentado, que se repita el partido.

Sería mejor que lo trate con Puigdemont para que incluyan en la Ley de Amnistía la anulación de todos los partidos que ha perdido el Barça o, mejor aún, que les den por ganadores de la liga 2024. ¡Ver para creer!

Valencia, 22 de abril de 2024

José Luis Martínez Ángel

Lo de hoy, “continuose” de lo de ayer y de lo de cada día

Harto de escuchar “peros” y “cosechar éxitos negativos” como paladín de la causa, Pedro Sánchez ha decidido que el reconocimiento del estado palestino, que era para “ya”, conviene aplazarlo hasta mejor ocasión.

El gobierno blanqueador de Bildu, “el partido que ha hecho más por la democracia que los nacionalistas de pulserita”, según responsables del PSOE, o de lo que sea, repartió entre todos sus voceros la consigna de repetir que este partido, ¡válgame, Dios!, es un partido cobarde por no reconocer que ETA era una banda terrorista.

Continúa la campaña institucional del gobierno de llenar las calles de basura para defender el “si yo he hecho esto, todos lo han hecho. Si yo tengo un exministro corrupto, todos lo han tenido, si yo tengo un familiar sospechoso de algo, todos lo tienen”

Y, para conseguirlo, convocan comisiones de investigación con cincuenta mil investigados, quizás unos pocos menos, entre ellos y muy a regañadientes y a última hora, al ex ministro de marras.

Es verdad que el PP también ha convocado treinta mil comisiones en el Senado, pero al menos y en su descargo, hay que decir que fueron los primeros y que empezaron por convocar a los de “la trama Koldo”

Así, queridos amigos, tendremos a un montón de congresistas y senadores de todo tipo y condición dedicando horas, días y meses de su tiempo, el que debería emplear en cosas mejores, a buscar titulares para los periódicos de cada día siguiente.

Que para eso los hemos elegido. O, al menos, eso dicen ellos. Para “buscar la verdad”

Mientras, los españoles, a lo suyo: Llegar a fin de mes, encontrar trabajo, buscar inútilmente un piso que alquilar, entrar en listas de espera para la atención sanitaria, reclamando ayudas para la investigación de enfermedades raras y tantas otras cosas propias de los mortales que les hemos votado. Y que merecemos lo que nos pasa y mucho más.

Porque lo de la “casta” ya no tiene nombre. De otro planeta no son porque bien que les gustan las canonjías y los privilegios, pero levitar, levitan. Sin ninguna duda.

Porque es evidente, muy evidente, que no tienen los pies en el suelo.

Valencia, 17 de abril de 2024

José Luis Martínez Ángel

El deseado, pero casi imposible reconocimiento de Palestina

La “guerra” de Israel contra Hamas que tantos sufrimientos está provocando en la Franja de Gaza y otros lugares de Palestina focaliza la atención mundial y cada cual propone su solución, la del reconocimiento del estado de Palestina es la más generalizada, pero casi nadie es consciente de que, en este momento, es muy difícil, casi imposible, abordar esa solución sin provocar los mismos enfrentamientos, sino unos mayores, que los actuales.

Por lo que yo, que estoy de acuerdo en que la declaración oficial del Estado de Palestina sería muy de justicia, creo que abordar formalmente el tema en la sede de las Naciones Unidas daría pie a un conflicto político social que se enquistaría durante muchos años, como tantos otros, entre los que está y como ejemplo, aunque no tenga la misma repercusión internacional, el conflicto del Sahara.

Por lo que, otra vez, los políticos de todo género, incluido el actual secretario general de Naciones Unidas y nuestro propio presidente del gobierno, en su nuevo papel de paladín mundial de la causa, intentan convencernos de que un tema tan complejo como este tiene una solución muy sencilla. Y a eso se le llama populismo.

O, siendo indulgente con algunos, el maravilloso mundo de las utopías

Antecedentes:

El 14 de mayo de 1948, David Ben-Gurión declara la independencia del nuevo estado de Israel frente a la oposición de muchos países, los árabes principalmente, y el beneplácito de Naciones Unidas.

Hasta ese momento ya se habían desplazado a ese territorio judíos de todas partes del mundo, cuando Palestina no era una nación, sino una zona geográfica que en tiempos pertenecía al imperio Otomano. Migración consentida y justificada por muchos, porque se trataba de judíos que huían de la persecución generalizada desde siglos, recordemos que los expulsamos de España, y muy especialmente por el nacismo de aquellos tiempos.

Y lo hicieron en esa localización porque, según sus tradiciones, era “la tierra prometida”, generando un conflicto con parte de la población palestina de la zona.

Este país se considera la tierra prometida y sagrada de los judíos creyentes. Su conexión con estas tierras está descrita en la Torá, el libro sagrado de la religión judía. Además, numerosos judíos consideran al país como un lugar seguro. Desean alejarse del antisemitismo que han padecido durante siglos en Europa. A lo largo de muchos años, los judíos europeos han emigrado a Palestina. Aunque no lo hicieron en forma pacífica, pues hubo enfrentamientos entre los judíos y los árabes que habitan en esas tierras y las tropas de Gran Bretaña, que gobernaron el país desde 1917.

Después de la Segunda Guerra Mundial, el anhelo de muchos judíos es abandonar Europa y emigran a Palestina. Gran Bretaña no lo permite y envía a los inmigrantes judíos de regreso o los encierra en campos.

En 1947, las Naciones Unidas acuerdan dividir el territorio Palestino entre los judíos y los árabes. Muchísimos árabes, así como organizaciones judías no están de acuerdo con esto y la lucha que se desata a continuación es ganada por los judíos

Este es el reparto inicial de los territorios:

Lo que no dejaba de ser una insensatez de origen porque, como se puede comprobar, el estado de Israel, en azul, tenía una conexión directa en todo su territorio, aunque fuera realmente atípica, mientras que la supuesta Palestina se componía de tres territorios totalmente separados entre sí: La zona norte, la de Gaza al sudeste y la Cisjordania, al este, fronteriza con Jordania.

Pero Israel expandió su territorio desde el primer momento aprovechando la poca consistencia territorial de la Palestina de entonces hasta configurar estos territorios

Por lo que, si ahora se decide aprobar el estado Palestino, ¿Cuáles serían sus fronteras territoriales?

¿Qué ocurriría con los judíos que, con razón o sin ella han ocupado territorios que no eran suyos?

En cualquier caso ¿es viable establecer como estado único a territorios separados entre sí geográficamente?

¿Hay alguna posibilidad de acuerdo entre las partes teniendo como uno de los interlocutores a Hamas y sabiendo que Irán tiene como objetivo que Israel desaparezca como nación de la faz de la tierra?

Estas y otras muchas son las cuestiones que hay que resolver antes de decidir alegremente el reconocimiento de Palestina como nación. Porque tratar de marcar fronteras desde la ONU sin el consenso previo de los interesados, como ocurría en África hace más de dos siglos, sería dejar a las partes interesadas en una guerra sin fin hasta la exterminación de una de las dos naciones.

Y todos los que, “sabiendo más que nadie” de la prensa, las tertulias o las plataformas públicas, aportan soluciones sencillas a un problema tan complejo, como ocurre con nuestro presidente, solo están ayudando a que se eternicen aún más las posiciones de los realmente interesados en la solución

Los mayores recordamos la esperanza que supuso la concesión del Nobel de la Paz, también el Príncipe de Asturias, a Yasser Arafat, líder de la Organización de la Liberación de Palestina (OLP) y a Isaac Rabin, primer ministro israelí, por los “acuerdos de Oslo”, en los que se comprometían a poner fin a las hostilidades y a aprobar concesiones importantes por ambas partes.

Esperanza que se truncó por el asesinato de Isaac Rabin a manos de un ultranacionalista judío. Y es que la historia golpea con la fuerza de los hechos los castillos de naipes de los “solucionadores” mediáticos a un problema tan complejo como difícil de solucionar.

Algunos enlaces:

David Ben-Gurion lee la Declaración de Independencia de Israel en el Museo de Tel Aviv el 14 de mayo de 1948.

https://www.annefrank.org/es/timeline/183/la-fundacion-del-estado-de-israel/#:~:text=El%2014%20de%20mayo%20de,gran%20apoyo%20de%20otros%20pa%C3%ADses.

Concesión del Príncipe de Asturias a Isaac Rabin y Yasser Arafat en 1994:

Valencia, 13 de abril de 2024

José Luis Martínez Ángel

Una de pedagogía política elemental: La soberanía no está en el Congreso, señor Bolaños. Reside en el pueblo español,

Sabiendo como están las cosas, el bloque del gobierno tiene mayoría en el Congreso y el PP en el Senado, el superministro Bolaños ha dicho varias veces que la soberanía reside en el Congreso y no en el Senado, aduciendo extrañísimas razones, tratando de desautorizar al Senado como si fuera una especie de telonero en las decisiones de las Cortes Generales.

Un nuevo relato para hacer creer, como en tantas veces, lo que ni es, ni es creíble a poco que se sepa en donde vivimos y cual es nuestro modelo de Estado. Porque no, señor ministro, en esta España mía, esta España nuestra, la soberanía reside en “el pueblo español” y solo en él.

Título Preliminar, Artículo 1, punto 2: La soberanía nacional reside en el pueblo español, del que emanan los poderes del Estado

Es cierto que esta soberanía está representada en el Congreso, o al menos debería estarlo, pero también lo está en el Senado y, para entenderlo, es fundamental saber que la Constitución se refiere por separado a las dos Cámaras, pero cuando se utiliza el término Cortes Generales, se refiere a las dos a la vez, sin distinciones:

De las Cámaras: Artículo 66:

1. Las Cortes Generales representan al pueblo español y están formadas por el Congreso de los Diputados y el Senado.

2. Las Cortes Generales ejercen la potestad legislativa del Estado, aprueban sus Presupuestos, controlan la acción del Gobierno y tienen las demás competencias que les atribuya la Constitución.

3. Las Cortes Generales son inviolables.

Precisamente y visto de manera objetiva parece que la voluntad popular está más representada en el Senado que en el Congreso, porque en el primer caso se votan nombres y en el segundo listas cerradas, pero como los nombres los ponen los partidos políticos, digamos que es un poco menos anormal, pero nada más.

Todo legal sí, porque es lo que establece la Ley Electoral aprobada en su día, pero estamos en el Siglo XXI, la sociedad ha evolucionado y los partidos políticos españoles han aprovechado las debilidades dela Constitución para avanzar en una forma de absolutismo por el que los gobiernos, especialmente el actual, se consideran poder absoluto “por haber sido elegidos” y tratan de invadir, casi fagocitar, al resto de poderes del Estado y a todos los estamentos posibles, para que nadie ponga pegas ni cortapisas a su voluntad.

Y así, hoy tenemos a una presidenta del Congreso, tercera autoridad del Estado, que actúa como una auténtica “delegada del gobierno en el Congreso”, un Fiscal General que se manifiesta claramente a favor del gobierno en todas las ocasiones y sin ninguna reserva, un Constitucional trufado de afines y unos socios de gobierno con intereses comunes, aunque otros sean absolutamente divergentes.

Gobierno que empezó como del Partido Socialista y que ha acabado siendo el de un bloque, el del PSOE, los socios del gobierno y sus aliados habituales.

Y que ejerce su mandato utilizando el subterfugio de los Decretos Ley, reservados para temas de urgencia, para evitar cualquier tipo de informe de los organismos competentes o del control de las Cámaras previo a publicarlos en el BOE.

No sé lo que pensará de sí mismo el ministro Bolaños cuando cese en el gobierno, vuelva a su puesto de abogado del Banco de España y se le pase la resaca de lo vivido con Pedro Sánchez, porque él, como algún otro u otra, no tiene un interés personal conocido en toda esta movida.

Y, por su formación, sí que debe ser consciente de que lo que hace no es normal, mucho menos en los últimos tiempos, cuando apoya la supuesta supremacía del gobierno, obviando cuestiones tan evidentes como que el gobierno no tiene potestad para juzgar a jueces, pero el Supremo sí que la tiene para juzgar al gobierno:

Artículo 102

1. La responsabilidad criminal del Presidente y los demás miembros del Gobierno será exigible, en su caso, ante la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo.

2. Si la acusación fuere por traición o por cualquier delito contra la seguridad del Estado en el ejercicio de sus funciones, sólo podrá ser planteada por iniciativa de la cuarta parte de los miembros del Congreso, y con la aprobación de la mayoría absoluta del mismo.

3. La prerrogativa real de gracia no será aplicable a ninguno de los supuestos del presente artículo.

Y es por eso por lo que el gobierno quiere una renovación del Poder Judicial, también a su medida, para evitar cualquier tipo de obstáculo por parte de la judicatura. Y en esto lo va a tener mucho más difícil porque, aunque lo consiguiera, los jueces sí que tienen absoluta libertad de actuación y, por lo que se puede apreciar por los muchos manifiestos en contra de la Ley de Amnistía y otras cuestiones, no estarán por la labor.

Otro asunto que están intentando forzar es que sean los fiscales los que instruyan en lugar de jueces como hasta ahora. Tengo que adelantar que es una medida sensata y que se practica en otras naciones, pero de ninguna manera en este momento y estando como está de jerarquizada la fiscalía española.

Pero eso lo comentaré en otro momento

Valencia, 11 de abril de 2024

José Luis Martínez Ángel

La transparencia inocente de José Luis Martínez-Almeida

No tiene nada que ver que sea del PP, porque ejemplares como el del alcalde de Madrid puede que existan en otros partidos, pero el recién casado es uno de los que siempre ha estado en mi microscopio de observar a los políticos, porque esa imagen de “buen chico”, de empollón que difícilmente pierde las formas, que no cae mal a casi nadie, aunque su oposición se vea obligada a sacarle los colores de vez en cuando, que ha sabido consensuar temas con Ciudadanos y otras formaciones cuando ha sido menester, se escapa tanto del perfil del político  al uso, que siempre me ha quedado la duda de si es  lo que parece, o tiene el mejor equipo de asesores de la política española.

Pero José Luis se ha casado, y un acto como ese ha despejado todas mis dudas: Es lo que parece ser, sin imposturas.

Porque el buen alcalde ha llorado en su boda como yo lloré en la mía, ha estado nervioso como yo lo estuve y ha demostrado un afecto a su esposa sin reservas ni concesiones a las cámaras como yo demostré en las mismas circunstancias.

Y es lo que parece, un patoso empollón, sentimental y “buena gente”, porque no hay ningún otro político en España que se preste a hacer el ridículo como él lo hizo para manifestar su amor a su pareja, su agradecimiento a los madrileños curiosos que fueron a verlos entrar y salir de la iglesia y al pueblo de Madrid, marcándose ese chotis que pasará a la historia porque contravino todas las normas de lo que es un buen chotis, que todavía hubiera resultado menos costumbrista y disparatado si su pareja no le hubiera echado un capote digno de Curro Romero en una de sus tardes más inspiradas.

Capote que mereció todo mi reconocimiento a la persona que lo ejecutó, a la que no conocía de nada, que me emocionó porque evidenció una acertada mezcla de ternura y de oportunidad, como convenía al momento y a las circunstancias.

Así que, mi hasta ahora desconocida Teresa Urquijo, ha ganado un admirador y tengo la seguridad de que su matrimonio será próspero y feliz porque eso parece asegurar lo que he visto en los telediarios de estos días.

Gracias, entre otros detalles, a ese chotis que los castizos madrileños bailan en un ladrillo y que Pedro Sánchez y casi todos los demás hubieran bailado en medio.

Pero que requirió media calzada en el caso del poco dotado alcalde de la Villa. Alcalde que fue de improvisación en improvisación bajo la tierna mirada y la sonrisa enamorada de una mujer que, a lo que parece, ejercerá a las mil maravillas su papel de compañera, esposa, amante y paño de lágrimas de su marido. Y que, seguro, merecerá y encontrará la justa correspondencia en su bienintencionado José Luis.

Aunque, a lo visto, será poco de fiar a la hora de cambiar pañales cuando lleguen los niños.

Así que, mis felicitaciones más sinceras, mis mejores deseos de que la vida les depare grandes momentos juntos y mi aplauso como ciudadano a un político que ha practicado la transparencia emocional sin afeites ni imposturas y que ha sabido demostrar su mejor perfil humano, incluso a costa de hacer un aparente ridículo personal que, en el fondo, le dignifica y enaltece.

Una pareja que me devuelve parte de las esperanzas perdidas en los políticos en ejercicio.

Valencia, ocho de abril, de 2024

José Luis Martínez Ángel.

Los políticos canallas y la gran ignominia sobre los asesinados en España.

La ignominia es una ofensa pública que sufre el honor o la dignidad de una persona o un grupo social, es decir deshonor, descrédito de quien ha perdido el respeto de los demás a causa de una probable acción indigna o vergonzosa. Es sinónimo de injuria y vergüenza”.

Nunca he hecho comentarios sobre la famosa ley para la memoria democrática ni tampoco voy a hacerlo ahora. Si que he defendido lo que ya se aprobó hace muchos años, concretamente el 26 de septiembre de 2011 y que se ha ido ampliando en partidas presupuestarias y otras ayudas y también degenerando conceptualmente con acotaciones sobre el tipo de víctimas “preferidas”

Lo que no deja de ser una ignominia, como digo en el encabezamiento.

Porque los asesinados, sea cual fuere el color de su camisa, el tipo de hábito, el uniforme o la toga que vistieran, los que no llevaban ninguna, fueran hombres mujeres o niños, todos los que murieron cuando no debieron morir en cualquier etapa histórica, fuera en una cuneta, en la tapia de una cárcel o de un cementerio, son víctimas, sin distinción de quién los mató y las razones que tuvieron para hacerlo.

Porque ¿Qué diferencia hay entre un fusilado en la posguerra, un asesinado por un grupo de anarquistas, por ETA, en una checa, por el Grapo o por cualquiera que empuñaba el arma asesina?

Las razones, las sinrazones mejor, las argüían y siguen haciéndolo los asesinos. Los muertos, solo pudieron vivir la angustia final de ver que otro ser humano iba a asesinarlos sin comprender porqué lo hacía. Acordándose de sus seres queridos, añorándolos y sufriendo por ellos.

Así pues, lo último que faltaba es que los insensibles, insensatos, manipuladores políticos, me digan a que víctima debo honrar y a cuál no, que asesinatos fueron peores, que asesinados son los “buenos” entre todos los asesinados.

Ahí no me encontrarán la más mínima duda, ni permitiré siquiera que nadie intente convencerme de que sí que hay diferencias.

Continúen pues proporcionando ayudas a los familiares de los que necesitan enterrar a sus seres queridos en un lugar digno, donde puedan ser visitados y recordados

Y caiga lo peor sobre el que intente manipular a los muertos. Siendo lo peor, para mí, que caigan en el olvido electoral y los desalojen de sus salas de consejos de ministros o de sus sillones en las Cámaras.

Diferencias entre verdugos sí, entre víctimas nunca.

Valencia, 5 de abril de 2024

José Luis Martínez Ángel

La verdad, los relatos y el “tirón” de Yolanda Díaz

Leo el titular de un periódico que dice:

<<Yolanda Díaz se impone en la asamblea de Sumar: “Quien piense que puede hacerlo solo se equivoca”, en una referencia al PSOE, sus socios de gobierno>>

Y luego, en letra más pequeña añaden:

8.179 inscritos participan en la votación que ha ratificado a la vicepresidenta segunda como coordinadora general de la formación con un 86,56% de los votos

Este párrafo, parte del cuerpo de la noticia, informa de que:

Sumar Avanza, la lista de Díaz ha recibido un 81,56% de los votos y tendrá por lo tanto 76 miembros de la dirección

Lo que no dice este periódico y leo en otro es que:

Yolanda Díaz se impone en la asamblea de Sumar tras una raquítica participación del 11%”

Lo que, en la práctica, quiere decir que Yolanda obtuvo el 81,56 % del 11 % de los que participaron en la votación, lo que supone un apoyo real del 13, 49 % de los “miembros” de esa agrupación de agrupaciones llamada Sumar, resultado que, tratándose de un “partido” que acaba de nacer, más bien parece que esté en clara decadencia.

Y es que, citando al clásico, lo que no puede ser no puede ser y, además es imposible. Hace unos días, buscando analogías entre Yolanda Díaz y algún personaje de la vida real, decía que me recuerda al clásico vendedor de globos de gas, el que los lleva sujetando los cabos para impedir que salgan volando. Pues bien, al margen de la falta de entusiasmo evidenciado en la asamblea, hay algunos globos que ya se le están escapando de la mano y han decidido volar solos o juntarse con los de otro vendedor, como ha ocurrió con “Mes per Mallorca” y parece que va a suceder con algunos otros.

Pero, como sucedió con otros dirigentes que “han sido”, a ella parece no importarle. La vicepresidenta “busca titulares”, sigue a lo suyo y lo suyo son paridas políticas con mucho redoblar de tambores y poco fundamento, como el último para complicar un poco más la contratación de empleados/as de hogar, que ya lo tienen bastante difícil sin su ayuda para que les legalicen, o la gran mentira de decir hace unos días que en España hay 55.300 fijos discontinuos, cuando el propio SEPE, que depende del ministerio de trabajo, es decir, de ella, dice que son 150.000 y los expertos independientes los estiman por encima de los  700.000.

Ministra de trabajo que subió el salario mínimo por Decreto Ley, con la complicidad de los dos figurantes supuestos líderes de un sindicalismo soportado por el gobierno y no por las cuotas de los afiliados y sin el consenso de los empresarios, los “pagadores” de la iniciativa, a los que castigó con una subida superior a la que estaban negociando para que tuvieran muy claro que quien manda en España no es la democracia y la negociación, sino el propietario del BOE.

Pobre y confusa trayectoria de alguien que aseguró que sería la primera mujer presidenta de un gobierno en España.

Vinícius en blanco y negro, y el racismo en España.

Debo aclarar, porque estamos en tiempos confusos, que “negro”, de raza negra, de piel oscura, no supone para mí ningún tipo de discriminación o de signo de supremacía de unas razas sobre otras.  Estaría en la noche de los tiempos de la cultura y en primaria de sentido común si así lo pensara, que no es el caso.

Dicho lo cual y apoyando en parte a Vinícius en algunas de sus declaraciones, quiero afirmar, sin reservas, que España no es una nación racista, afirmación absolutamente demostrable por los hechos de hoy y por nuestra historia “colonial”

Porque la España de los tiempos de la conquista, después de los primeros momentos en los que los españoles descubridores tomaron partido, porque les interesaba, por algunas tribus indígenas enemigas de los soberanos incas y mayas por su comportamiento sangriento y déspota, incluido sacrificios humanos demostrados sin ningún género de dudas, establecieron que las naciones de la América hispana no fueran colonias, sino  virreinatos de la corona regidos por nativos de cada lugar, no enviados desde España, por lo que, como es natural, casi todos fueron mestizos, porque la España imperial, la de la leyenda negra creada y potenciada por nuestros enemigos políticos de la época que querían desprestigiar a España, fue la primera y casi la única que admitió el mestizaje no discriminatorio como evolución natural de la humanidad.

Y porque yo he conocido como provincias españolas, no como colonias, las de Guinea, Ifni o el antiguo Sahara español, que tenían escaños en las cortes españolas con el mismo nivel y los mismos privilegios que los de Albacete, pongo por caso.

En cuanto al “hoy”, en España hay millones de inmigrantes de todas las razas y colores que están en las mismas colas que nosotros en los supermercados, que nos despachan en las tiendas, o que toman un café o una cerveza en la mesa de al lado de la nuestra. ¿Qué hay incidentes aislados? Claro que sí, pero también los hay entre españoles, entre inmigrantes y hasta entre turistas de Benidorm. Porque no hace falta ser de una raza determinada para comportarte como un salvaje.

¿Qué en España hay racistas? También es cierto, como hay “neardentales” de cualquier otro tipo. Somos casi cincuenta millones de habitantes, una buena parte de los cuales mayores de edad y es inevitable que en un bosque de tal magnitud nazcan setas de todas clases: comestibles, venenosas, grandes, pequeñas, vistosas o tan discretas, normalmente las mejores, que apenas se las ve.

Pero es que, además, la visión de Vinícius es muy limitada ya que, desgraciadamente para él, la sociedad que más conoce es la que acude a los campos de futbol en los que, junto a una mayoría que aplauden a los suyos y silban al contrario o al árbitro si cree que no les favorece, hay grupos de energúmenos que encuentra en esos lugares un caldo de cultivo apropiado para demostrar su “anti todo” y una de las caras más oscuras de la sociedad, las suyas.

Porque esos grupos supuestamente racistas son los mismos que revientan escaparates en una manifestación, apedrean a la policía si tienen ocasión, muelen a palos a los aficionados de otros lugares, o “quedan” para pelear con barras de hierro con los “ultras” de otros equipos.

Me temo, repito, que eso es el ambiente que más conoce Vinícius, porque la mayoría de su tiempo lo ocupará entrenando, viajando con su club, en esos guetos de ricos tan visitados por ladrones atraídos por sus relojes de super lujo o, quizás, en algún restaurante de mucho postín al que acudirá en su coche de miles de euros.

Si Vinícius pudiera pasear libremente por las calles de Madrid, no lo podrá hacer porque tampoco se pueden permitir ese lujo la mayoría de los famosos de todos los campos del deporte o la cultura, comprobaría que la gente, en lugar de insultarle, le agobiarían pidiéndole autógrafos o hacerse fotos con él. ¡Claro que sí!

Y, si hubiera sido un poco menos vehemente, habría caído en la cuenta de que, en el famoso partido de Valencia, origen de todos sus males y de su campaña antirracismo, que yo apoyo, había en el campo y los banquillos no menos de otros siete u ocho negros de piel, o mestizos, con los que nadie se metía, más bien les aplaudían si eran del Valencia.

Y que los salvajes que le llamaron lo que le llamaran no lo hacían tanto por ser de color como por ser uno de los mejores jugadores del mundo, enemigo del Valencia en ese momento.

Un inciso: ¿Por qué nos hemos vuelto tan absurdo, tan exquisitos, tan gilipollas, tan “eufeministas” que llamamos “de color” a lo negro, cuando el negro es, precisamente, la ausencia de color, el que no aparece en el espectro del arco iris?

De color, de alguno, seríamos nosotros, los blancos, los amarillos, o los cobrizos, pero ¿los negros?

A Samuel Etoo, jugador de futbol genial, negro de piel y muy inteligente en su antirracismo, le oír decir en una ocasión que “tenía que correr como un negro para vivir como un blanco” y, en otra de sus frases inteligentes, que “si fuera pobre sería negro”.

Porque en España, eso sí, hay más clasismo que racismo. Tradicionalmente los empresarios son los malos y los obreros los buenos (en este caso no manifiesto verdades, sino opiniones tradicionales) y que riqueza es sinónimo de malas artes y pobreza de dignidad.

Por cierto, una parte evidente de la animosidad que despierta Vinícius se debe a que, al margen de su extraordinaria calidad futbolística, no acaba de entender que la gente privilegiada es especialmente odiada en determinadas ocasiones y que, precisamente porque él lo es, debería reprimir mucho más esos gestos y salidas de tono que le son habituales, sin entrar al trapo de provocaciones interesadas y deliberadas de sus rivales. En su propio equipo tiene grandes ejemplos, grandísimas figuras que no tienen enemigos, aunque metan goles o ganen partidos y que son admirados por todos.

Porque van a lo suyo y mantienen el nivel de auto control personal necesario para “pasar” de provocaciones. Y son ellos los que en cada partido tratan con poco éxito de contenerlo, de calmarle, de intentar que evite reyertas con los contrarios o que conteste a los desafíos del púbico.

Seguro que, sabiendo como es, en la estrategia de muchos partidos, el entrenador contrario indicará quién y cómo debe provocar a Vinícius, pero no creo que a ninguno se le ocurra encomendar a uno de sus jugadores hacerlo con Kroos, Luka Modric, o el mismo Camavinga, negro como él, que recibe muchas patadas y nunca pasa de quejarse al árbitro sin enfrentarse con ningún contrario. A ellos los marcan, a Vinícius le provocan.

Yo he visto al Bernabéu aplaudir a “blaugranas” significativos, como el propio Etoo o Ronaldinho, los dos negros, y ayer mismo pude ver como los madridistas se quitaban el sombrero ante un “enemigo” potencial en la liga y en la Champions, Laminé Yamal, que jugó como un elegido, aguantó las provocaciones de los brasileños y fue una pieza clave en el resultado del partido.

Me temo que, si Vinícius no es capaz de controlar su vehemencia, el Madrid no tendrá más remedio que deshacerse de él, porque es uno de esos jugadores que hace antipático a un club que no se lo merece.

De esos también he conocido muchos y muy buenos, pero de ellos no quiero acordarme.

No quiero terminar sin repetir que apoyo a Vinícius en su campaña antirracista, pero le pido que no la enturbie confundiendo la velocidad con el tocino, como está ocurriendo con el antifeminismo español, con el que estoy absolutamente de acuerdo, pero no con algunas de las antifeministas al uso, porque tienden a mezclar churras con merinas.

Valencia, 28 de marzo de 2024

José Luis Martínez Ángel

Al borde del caos parlamentario, o como los que elegimos para gobernar dedican todo su tiempo a reñir y a dar mal ejemplo.

Parece que la clase política se ha desafiado a un “tú más” en comisiones de investigación que se sabe cómo empiezan, pero no como terminarán. Yo tengo una idea, pero como es pura especulación, me la reservo.

Han empezado por investigar las compras de mascarillas realizadas por todas las administraciones del Estado, nacionales o autonómicas, en la que se buscará la letra pequeña o las circunstancias de cada una de las realizadas en función de quién las compró, a quién, a que precio y quien influyó en la compra. Es un ejercicio de transparencia que aplaudo, solo que el convocarlas en si ya indica que los políticos desconfían de cada uno de los responsables de gestionar y garantizar la limpieza de las compras de la administración, todos nombrados por ellos mismos o bajo su autoridad.

Debería ser un ejercicio honesto, pero ni lo esperen, porque cada partido evidenciará todavía más la putrefacción de una parte de la clase política actual y tratará de ocultar o justificar “lo suyo”, haciendo público con toda la parafernalia disponible lo hecho mal por “los otros”, incluso si solo hay una mínima sombra de sospecha.

Sin que se les caiga la cara de vergüenza ni sufran la condena evangélica por ver la paja en el ojo ajeno e ignorar la viga en el propio.

Y, por otra parte, se va a investigar la trama Koldo, o Ábalos, o PSOE, según quien la defina. Y de ahí saldrán cómplices, familiares, amigos y todo el que directa o indirectamente se pueda haber beneficiado de la rapiña de un grupo de supuestos servidores públicos que se han enriquecido aprovechando el dolor de la ciudadanía.

Pero, como contraofensiva, los otros sacan día y noche el caso de una responsable pública por tener una pareja que ha tratado de engañar a Hacienda, (él y cinco más de la misma empresa), antes de que lo fueran y con el que parece mantener una relación estable y satisfactoria. Una denuncia más de las “muchas miles” que Hacienda negocia cada año o decide pasar a la fiscalía porque no se llega a un acuerdo de pago.

Y es que ella, pese a ser tan lista, no pidió ver “los papeles” de las propiedades de su pareja y la justificación de cómo había obtenido cada propiedad, antes de darle el “sí”, cosa que sí que hacen el resto de las mujeres de España, mucho más las del bloque de izquierdas.

Por lo que la que acusan de participar a título lucrativo de los beneficios de vivir en el piso de su pareja, supuestamente comprado con dinero defraudado, porque, claro, todo el mundo sabe que, si alguien tiene un piso caro, es porque ha defraudado a Hacienda.

Incluso puede que se establezca en su perjuicio el delito de amor y sexo consentido a título lucrativo, que todo podría darse.

Pero, sabedores de que por ahí no hay juez que pueda imputarla, ni tampoco se justifica una incorreción política, han encontrado la grieta por donde clavar la cuña y es acusarla de mentir, porque en una primera declaración dijo que era Hacienda quien le debía dinero a su pareja. No tengo ni idea de quién le dio esa información ni tampoco quiero saberlo porque, se diga lo que se diga todo serán especulaciones interesadas, ya que la única verdad será la judicial, la que decida el juez que lleva la causa.

Lo que resulta especialmente cómico y cínico viendo los caretos de los y las acusadoras que se han pasado los últimos años mintiendo en todo y en todo momento. Y mentiras muy gordas, como decir que no iban a aprobar la amnistía, por ejemplo y otras cien de menor calado.

Claro que ellos dicen que lo suyo no son mentiras, sino “cambios de opinión”, pero cuando la acosada decidió cambiar su relato apoyando a su pareja, por el de “este es el caso de un particular que no afecta a la Comunidad de Madrid que yo represento”, han saltado a su yugular como lobos gritando “¡Ayuso dimisión!”

¿Qué es eso de cambiar de opinión? Aquí, para los acusadores, no vale lo que se dice ahora. Vale “lo que se dijo cuando se dijo por primera vez”

El problema marginal y añadido para el acusado en esta ocasión, Alberto González Amador, que así es como se llama y no “la pareja de Ayuso”, es que estos casos se suelen resolver con una negociación en la que la parte infractora se declara culpable y negocia con Hacienda la cantidad a pagar para resolver el conflicto, cosa que va a tener muy difícil después de la filtración interesada y estando por medio la ministra Montoro, por lo que, a diferencia de otros particulares, empresas, futbolistas, artistas y profesionales de todo género, puede que Hacienda, que no somos todos ni de coña, no acepte ningún trato para que el caso dure lo que dure la legislatura y se consiga el cobro mediante una sentencia condenatoria, con el valor añadido para el gobierno de la pena de telediario.

P.D.

Decía que se sabe como se empieza, pero pudiera ser, no lo creo porque todos están en ello, que a alguien se le ocurra crear comisiones para ver cuantos asesores tiene cada cual, si algunos de ellos son amigos, familiares, o compañeros de partido, a cuantos amigos ha invitado el presidente de turno a residencias de Patrimonio Nacional, cuantos ex cargos gubernamentales han sido nombrados presidentes de empresas estatales, embajadores, o delegados en estamentos internacionales, porqué los viajes del presidente son “secretos de Estado” una vez realizados y desaparecido el riesgo de seguridad, o el porqué de esa afición del Falcon a viajar a la República Dominicana.

No creo que lo hagan porque si ocupan todo su tiempo defendiéndose y acusándose, no podrían gobernar.

Aunque, bien mirado, ahora tampoco lo hacen. Destrozar la constitución e inventarse ocurrencias, sí, pero gobernar en el sentido de administrar, organizar y proteger, para eso casi no tienen tiempo. Ni tiempo ni Presupuestos Generales.

Incluso convendría que los aposentados en las bancadas llevaran chalecos identificativos, porque en este momento y con tanto escándalo parlamentario, muchas veces es imposible saber quién es el gobierno y quién la oposición. Porque, invirtiendo los términos, el gobierno ataca más a la oposición que la oposición al gobierno y, como consecuencia, hay veces en las que la oposición parecen ser los gobernantes. Y, para más confusión, dentro del gobierno “oficial”, hay quien hace oposición al propio gobierno.

¡Menos mal que los partidos que apoyan al gobierno lo hacen desinteresadamente, por pura vocación política y amor a la patria, porque de no ser así, diría que estamos al borde del caos institucional!

Valencia, 23 de marzo de 2023

José Luis Martínez Ángel

Callar o no parar de hablar. Esa es la cuestión de María Jesús Montero.

La vicepresidenta María Jesús Montero, en el candelero por haber desvelado información que no debería tener sobre los problemas de la pareja de Ayuso con Hacienda, porque son absolutamente confidenciales por la Ley de Protección de Datos, dijo en sede parlamentaria, señalando con el dedo al líder de la oposición, que su mujer había recibido subvenciones de la Junta de Galicia cuando él era presidente.

Es una información que se ha demostrado falsa, pero parece casi imposible que la vicepresidenta del gobierno de una nación con tradición democrática se retracte de lo dicho, ni en el Parlamento ni en ningún otro lugar.

Un gobierno enrocado en una defensa numantina, que contesta a cualquier pregunta en las sesiones de control con un “Ayuso dimisión”, menospreciando al Parlamento y la inteligencia de la gran mayoría de los españoles.

Locuacidad que contrasta con el silencio total que mantuvo sobre el escándalo de los ERES y otros delitos de malversación en Andalucía, siendo como fue miembro destacado de la Junta, en la que ostentó cargos de suma importancia, entre ellos ser titular de dos consejerías, una de ellas de Hacienda, desde 2002 hasta 2018, ¡16 años! Durante los que, al parecer, o no se enteró, algo prácticamente imposible, o, sabiendo lo que pasó y seguía pasando, optó por mantener cerrada esa boca suya que ahora utiliza con tanta soltura.

Esta actitud, ahora generalizada en el Parlamento, parece un problema menor, pero tiene un aire ineludible de falta de convencimiento democrático y manifiesta una alteración evidente del concepto de servicio público, el fundamental, el único, como es que los miembros del gobierno son elegidos para administrar los recursos del Estado buscando nuestro bienestar, (“nuestro” engloba a todos los españoles) y promulgar leyes ajustadas a la Constitución.

Manteniendo, como debe ser, la cortesía y la transparencia que se merece el Parlamento, sede de la soberanía popular y no de la soberanía del gobierno de turno, por muy democráticamente que haya sido elegido.

Indudablemente, vamos de mal en peor.

Valencia, 22 de marzo de 2024

José Luis Martínez Ángel