En este artículo se rinde homenaje a los músicos de banda, ejemplo a seguir por su constancia, su esfuerzo y por su capacidad de trabajar en equipo sin distinción de sexos, edades e idelologías.
Insisto en que me refiero a «los músicos de banda» y no a las «bandas de música», que también merecen todo el reconocimiento, pero no son las protagonistas de este artículo.