Esta mañana, a vuelapluma, he plasmado en una nota mis sentimientos cuando me enteré de que había fallecido Francisca Calabuig, «Paquita», persona anónima para gran parte de la humanidad, pero que deja huella y escuela de «bien hacer» entre quienes la conocimos y tuvimos la suerte de gozar de su amistad y de su cariño.
Hasta siempre Paquita.