A la vista de la dimensión de la brecha abierta en el PP, alguien ha planteado la posibilidad de que Díaz Ayuso se pasara a VOX.
Pues no creo que lo haga porque de lideresa indiscutible en un partido de gobierno, pasaría a ser una simple tránsfuga, demostrando que, como dicen que dijo Groucho Marx, “estos son mis principios y si no le gustan tengo otros”. Aunque en este caso más bien sería “estos son mis principios y si no me interesa mantenerlos, tengo otros”.
Tránsfuga de partido como otros, tipo Gil Lázaro, que después de toda una vida de juramentos y adhesiones al PP, la primera vez que no le metieron en listas ni le dieron puestos de prestigio, vio la luz y se dio cuenta de que ese no era el partido de su vida. Mejor en VOX, donde está muy bien colocado en una de las vicepresidencias del Congreso.
Porque ni siquiera tendría el pretexto de Abascal y de parte del PP vasco, que dejaron el PP porque entendían que los gobiernos de su partido habían sido muy tolerantes con los herederos de ETA y poco comprometidos con las víctimas. Aunque es cierto que hubo formas diferentes de gestionar la desilusión: los desengañados con el partido, siendo del partido, dejaron la política, como ocurrió con María San Gil y tantos otros, mientras que otros, más cabreados o con más ego, cómo Abascal, fundaron VOX u otras plataformas con menos éxito.
Pero Díaz Ayuso solo puede alegar que cambia de partido porque se ha sentido atacada o poco valorada, no porque su partido haya cambiado de ideología o de objetivos políticos, por lo que no creo que tome esa decisión por la pérdida de imagen que le supondría.
Sus dos opciones son dimitir y dejar la política, o solucionar, dialogando con los inquilinos de la calle Génova, este entuerto que tanto daño está haciendo a su partido de toda la vida, el que la apoyó y el que la hizo candidata al puesto que ocupa y a ella misma.
Pero, como estamos en España, prever lo que pueda decidir es pura ciencia ficción. Y ahí no llego.
Lo cierto y real es que los dos grandes partidos que tanto hicieron por la democracia y la modernización de España, PSOE y PP, están seriamente dañados y es urgente, muy urgente, su regeneración para que sean alternativas reales de gobierno. Solos, con apoyos, o con pactos de gobierno, pero alternativa creíble.
Así es, José Luis: «como estamos en España, prever lo que pueda decidir es pura ciencia ficción». Como te respondo después de que en pocos días los hechos nos hayan sobrepasado te llevo ventaja. Aunque debo confesar que yo también pensé en la posibilidad de que Díaz Ayuso acabara en VOX. Probablemente sobrevaloré la figura de Casado y la importancia real que tiene en su partido. Por tanto, respondiendo a tu pregunta del encabezamiento, en principio coincido contigo: Ayuso, de momento sigue.
Me gustaMe gusta
Eso creo, si no le descubren incompatibilidades o corruptelas «reales»
Me gustaMe gusta