Vaya por delante que estoy totalmente convencido de que la Comunidad Valenciana está muy mal financiada, tanto como que la solución definitiva debe de pasar por un pacto de las Autonomías, ya que ir de una en una a negociar con el gobierno por separado, cada uno con su cartera de agravios, solo puede generar más conflictos que soluciones. El dinero es el que es y su distribución debe ser equilibrada y atendiendo a razones objetivas.
Y pongo un ejemplo: es cierto que la Comunidad Catalana es contribuyente neto, pero me temo que no tanto como ellos mismos dicen porque se han convertido en grandes expertos en manejar realidades virtuales.
Cataluña fue próspera, entre otras cosas, porque contó con muchas ayudas del estado, incluida la época de Franco, que permitió, por ejemplo, mantener unos aranceles de importación de productos sumamente elevados y durante más tiempo del necesario, lo que favoreció la venta de los productos catalanes al mercado interior. No tenían competencia.
Y ahora mismo continúan siendo falaces en la información. Aportan mucho al Estado, sí, pero están recibiendo muchos beneficios que no se contabilizan. Las comunidades menos desarrolladas los son, digan lo que digan los “enterados”, porque no hubo voluntad política de apoyarlas. Su situación geográfica, sus comunicaciones, o su propia orografía no permitieron desarrollos industriales que hubieran sido menos rentables.
Y no se trata, como dice la leyenda negra inventada por algunos impresentables, de pobladores “vagos”. Es evidente que una buena parte de su mano de obra está trabajando muy eficazmente en las comunidades más prósperas y han contribuido a su desarrollo.
Es cierto que reciben ayudas, pero siguen siendo los “compradores” mayoritarios de los productos catalanes. Productos catalanes suministrados por empresas catalanas que pagan sus impuestos en Cataluña.
Porque una gran parte de la España menos desarrollada compran los libros de texto a editoriales de Cataluña. O tienen sus cuentas bancarias en entidades centralizadas fiscalmente en Cataluña, comunidad en la que pagan sus impuestos.
Y Cataluña es la Comunidad que más préstamos está recibieron del Estado, a interés cero y con grave riesgo de acabar con quitas a su deuda. No porque vayan a independizarse, que no lo harán, sino porque al final, y como siempre, se aplicarán criterios políticos de apaciguamiento y “buen rollo”. No hay como llorar y crear falsas realidades.
También recibieron ayudas otras comunidades, como País Vasco y Andalucía en su industria naval, o Valencia en la siderometalúrgica, pero su mercado objeto mayoritario no era el español, y no pudieron competir con los astilleros internacionales, entre otras cosas por las normas de la Comunidad Europea que prohíbe ayudas estatales, cuando los astilleros de muchos países del mundo hacen de su capa un sayo y aplican políticas fiscales y laborales según su libre criterio.
Y podría seguir con muchos ejemplos, pero no hace falta.
Revisar la financiación autonómica sí, pero. Insisto, teniendo en cuenta todos los factores: población, dispersión demográfica, red de comunicaciones, recursos hidráulicos, etc.
Pero claro, los que más se quejan son los que no quieren asistir a estas reuniones para poder seguir llorando por lo que es verdad y lo que es imaginario.
Espero que después de la movida del independentismo el Gobierno recupere la autoridad y obligue a los que están por encima del bien y del mal a entrar en el redil de la racionalidad.
Que los que emigraron a Cataluña, Valencia o el País Vasco no lo hicieron porque no es gustara su tierra. Lo hicieron con gran dolor de su corazón porque no tuvieron más remedio. Allí no tenían oportunidades.