La torre de Babel de la educación en España.

Otra vez, como ha sido y como será, las pruebas de acceso a la universidad han suscitado un aluvión de quejas de los alumnos por la diferencia en el nivel de exigencia entre comunidades.

Y otra vez he escuchado explicaciones peregrinas  del gobierno sobre “la complejidad de…”, “no hay una solución sencilla…” o similares.

Y todo es porque los políticos han perdido la facultad de utilizar el castellano como se debe, porque la explicación es muy sencilla.

Es imposible preparar exámenes únicos a nivel nacional porque la educación está transferida a las autonomías y cada una de ellas tiene planes de estudio diferentes”.

Y no lo dicen tan claramente porque fueron ellos, los políticos, los que se equivocaron permitiendo esta anomalía que ahora perjudica a tantos jóvenes en toda España.

No digo que no se transfiriera la educación para su gestión logística y económica, y para asegurar su correcta impartición. Incluso permitiendo que ajustaran algunos contenidos sobre  las peculiaridades propias de cada una de ellas,  pero manteniendo asignaturas comunes para toda España.

Y cuando digo comunes digo con libros de texto exactamente iguales, autorizando a que cada autonomía añadiera una o dos asignaturas que reforzaran el conocimiento de la historia y de las peculiaridades de cada región. Ambas cosas hubieran sido compatibles y habrían enriquecido el conocimiento de los alumnos.

Y pongo un ejemplo. Sociales debería tener dos asignaturas: “Sociales de España”, y “Sociales de la Comunidad”. La primera común para todas las autonomías y la segunda con texto libre.

Nos habríamos evitado muchos problemas, se habría unificado la educación nacional complementada con temas locales, y se habría evitado  el adoctrinamiento y la alteración de la historia. Porque nadie se hubiera atrevido a decir en los textos locales algo diferente a lo que digan los nacionales.

¿A que parece una solución muy sencilla? Pero la maldita interpretación errónea de lo que es la política ha permitido que cada autonomía haya ido saltándose las normas poco a poco y cada vez más. No les bastaba con ocupar espacios libres, incluso se atreven sin ningún rubor a cambiar o tergiversar los hechos históricos.

Esa, y no otra, es la razón de que no se puedan preparar exámenes unificados como reclaman los alumnos. Una de tantas cosas que se hicieron mal y que nunca se ha rectificado. Y así nos va.