Cualquiera que entienda algo de estrategia de comunicaciones sabe que si se lanza un mensaje que pueda ser mal recibido por los que van a sufrir sus consecuencias, o porque se supone que muchos estarán en desacuerdo con la propuesta, es conveniente acompañarlo por otro positivo y si no lo hubiera, por una maniobra de distracción. Esto ocurre en el mundo de la empresa, de las agrupaciones sociales, del entorno familiar y como no, en el proceloso y resbaladizo mundo de la política profesional.
Es lo que está haciendo sistemáticamente el Partido Sanchista Obrero Español, comandado por el dúo Sánchez -Redondo, que “tanto monta, monta tanto”, aunque mi opinión personal es que lo que sugiere Redondo, el Rasputín español, pesa bastante más que lo del amado líder.
Incluso, hablando de poder, tengo la sensación de que Redondo tiene mucho más que el propio Sánchez. Y me explico: Sí Sánchez quisiera prescindir de Redondo, podría despedirlo, pero no destruirlo porque las armas necesarias para hacerlo, las intrigas y los secretos, serían más letales para el presidente que para su asesor.
Todo lo contrario ocurriría si fuera Redondo quien quisiera destruir a Sánchez: le bastaría con cuatro filtraciones, cinco “deslices” públicos y puede que algún que otro papel comprometedor encontrado en cualquier cajón para hacerlo. No digo papeles que demuestre ilegalidades, pero si órdenes o decisiones comprometidas para el presidente.
Es lo que hay: Sanchez siempre estará en manos de Iván. Iván se hará rico a costa de Sánchez si le abandona un poco antes de su caída. Y seguro que Iván, como buen estratega, manejará muy bien los tiempos si llegara el caso.
Porque lo conseguido por Redondo en estos últimos años, que él candidato confíe en él para conseguir una investidura y acabe teniendo es sus manos semejante poder, es para nota, Y muy buena nota. El ahora generador de ideas y estrategias de todo un gobierno, comenzó consiguiendo que Pedro Sánchez fuera una “marca” de marketing potente por bien diseñada.
Como dije el otro día, Iván redondo se ha convertido en un vicepresidente plenipotenciario liberado del control del parlamento porque no forma parte del gobierno. Para efectos legales es un simple asesor.
Que Redondo es el que genera las ideas y las estrategias y que todos le obedecen está muy claro y hay varios ejemplos palmarios:
Ya es conocido que uno de los objetivos declarados del presidente, o quizás del propio Redondo para que Sánchez se mantenga en el poder, es domeñar al poder judicial. Y para ello nada mejor que empezar nombrando a una “ultra sur” del sanchismo para el puesto. Candidata que ha sido muy mal recibida por los fiscales, por la judicatura, por los partidos políticos y por la opinión pública.
La coartada “oficial” ha sido afirmar hasta la saciedad que la candidata cumplía los “requisitos legales” para el puesto, cosa que es verdad, ¡faltaría más!, como también la cumplen cientos de fiscales, pero omiten que casi todo el mundo ha dudado de su idoneidad para el cargo o, para ser más exactos, han manifestado rotundamente que no era persona idónea por su evidente riesgo de no ser imparcial. En una entrevista televisada, el presidente ha dicho que cuando habló con ella “solo” le recomendó que fuera “justa e imparcial”. Seguro que esta frase tan comprometedora no ha salido de la factoría Redondo, porque afirmar que pidió justicia e imparcialidad a una Fiscal, es como decirle a un niño malo que no pegue a los otros niños.
Tanta es su mala imagen que el Seños Sánchez se ha visto obligado a manifestar públicamente que le ha pedido que cumpla dos de los requisitos exigidos a cualquier miembro de la judicatura en cualquiera de sus niveles. Aunque este comentario suponga de hecho que el propio presidente no estaba seguro de si la nueva Fiscal General asumiría en cargo como debía: siendo justa e imparcial.
Pero lo realmente eficaz ha sido la muy oportuna afirmación de la Ministra Celaá, cada vez más en su papel de supuesta metepatas oficial del gobierno. Pero ¡qué casualidad! lanza sus paridas en los momentos más oportunos. “Los hijos no son de los padres”, dijo, y a los cinco minutos arrancó un debate absolutamente estéril, pero muy mediático. Estéril porque lo suyo no era más que una opinión absolutamente interesada y fácilmente recusable leyendo el texto de la constitución. Los hijos no son de nadie, ya lo sabemos, pero menos del gobierno de turno porque los únicos que tienen reconocida alguna autoridad sobre su tutela y protección son los padres mediante la Patria Potestad.
Pero mientas, ¿alguien se acuerda del nombre de la nueva Fiscal General?
En otro momento el Partido Sanchista Obrero Español anuncia su intención de proponer una modificación del Código Penal sobre los delitos de Sedición y Rebelión y aplicarla de forma retroactiva. Modificación que tiene el objetivo indisimulado de favorecer a los condenados en el juicio del “procés”. Como hay en la cámara una mayoría interesada en minar la autoridad del Estado, aprobarán la iniciativa y seguro que saldrá adelante.
Pero esta propuesta en concreto, que es una barbaridad porque el código penal solo se debe modificar si hay un amplio consenso, tiene el agravante de que en su aprobación van a ser decisivos los únicos condenados por uno de estos delitos. Increíble.
Por lo que hay que distraer a la opinión pública. Y ahí tenemos a las chicas del gobierno que han sacado a la luz algo tan contrario a la democracia y a los intereses del pueblo español como es el “pin parental”. Mucho más que querer romper la nación. No entro en el fondo de la cuestión, pero no deja de ser algo surrealista. ¡Ya viene la extrema derecha!, dicen casi todos los ministros. Esos mismos ministros que no ponen ninguna objeción a que Esquerra sea colaborador necesario para sacar adelante una modificación de las leyes que ¡solo beneficiaría a la propia Esquerra!
Otro tema controvertido. Estos días Guaidó, el venezolano reconocido como “presidente encargado” de Venezuela por la Comunidad Europea y otros países del resto del mundo, está realizando una gira en la que se ha entrevistado con muchos presidentes de países “punteros” del mundo occidental.
Pero no con el de España, que sí le reconoció en su momento. Guaidó ha pasado a ser, por obra y gracia del vicepresidente Iglesias, a simple “jefe de la oposición” y que, como mucho, puede merecer la atención de la ministra de Asuntos Exteriores.
Y el Señor Sánchez, naturalmente, no va a recibirlo.
Decisión que no perjudica en absoluto al Señor Guaidó y sí, mucho al propio Sr. Sánchez y a la imagen de nuestro presidente y de nuestro país en Europa y en el resto del mundo. El Señor Guaidó tendrá multitud de recibimientos, encuentros y homenajes en nuestro país, mientras el presidente y su esposa deben estar en la Moncloa, en presencia del Señor Redondo, mirándose a los ojos y preguntándose que han hecho ellos para merecerse estas cosas.
Y mientras, nuestro muy lúcido ministro Ábalos se entrevistaba en Barajas con la vicepresidenta del régimen Venezolano, Delcy Rodríguez, no se sabe si en un avión, en una sala VIP o en los lavabos del aeropuerto. Y acudía de incógnito, en un coche no oficial. Persona esta que, por cierto, tiene prohibida la entrada en el espacio de la Comunidad Europea.
Ha sido un error tan lamentable que hasta los Estados Unidos han censurado el hecho y han dicho que “pedirán explicaciones”
Y cuando le preguntan a nuestro brillante ministro, primero dice que sí, luego que no, y luego que “sí pero”. Acabando, como lo hacen todos los demócratas, riñendo a los periodistas e indicándoles que cosas son las que deben preguntar.
Pero no temamos porque la sangre no llegará al rio. Siempre habrá un nuevo eslogan para confundir u otra riña del gobierno a los periodistas para tratar de intimidar.
Ayer recuperé una entrevista a Zapatero en la SER, en la que se mostraba de acuerdo con que el presidente Sánchez no recibiera a Guairó, y en la que se mostraba absolutamente contrario a la postura de “aislamiento” contra Venezuela. Él defendía la postura de “dialogaaaar” sin descanso, y afirmaba con orgullo que nadie conocía el tema de Venezuela mejor que él porque había viajado ¡treinta y ocho veces! a ese país.
¡Pues vaya! Si ha ido tantas veces a dialogar sin conseguir nada, me figuro que el diálogo habrá sido del nivel del consabido “¿dónde vas? manzanas traigo”. Lo mismo que ocurre en España con los independentistas por mucho que nos hagan creer que con medidas de cesión y de debilidad, como las que se están tomando, se va a conseguir algo que no sea fortalecer a los teóricos de la independencia.
Lo que sí recomiendo al Señor Zapatero es que presente en el Guinness su historial de “diálogos” en Venezuela y reclame el record de peor negociador del mundo. Con tanto dialogar y sin ningún resultado, seguro que se lo concederán.
Pero quedan muchos errores del clan de Sánchez y muchas perlas de la confusión lanzadas por “las chicas” del gobierno, tan unidas ellas y tan contentas de conocerse.
Mientras, bien por Iván que sigue confundiendo, bien por Sánchez que sigue manteniéndose en el poder y mal, muy mal para España y para su imagen internacional.
Lamentablemente, continuará…